Una señora gorda de unos cincuenta años conversa con una chica joven en la sala de espera de un consultorio médico. La chica le dice:
—El otro día vi unas fotos de cuando eras joven, en Monte Hermoso.
—Ah, sí, sí... En esa época usaba tanga.
—¿Sabés que te iba a decir que te parecías un poco a Yuyito González?
—Sí, claro. De hecho, en el trabajo me decían "Yuyito".
—¿Bajaste de peso últimamente? Te noto más flaca.
—Sí, y eso que no estoy haciendo dieta.
—¿Y en el colegio se resolvió lo de Tomás al final?
—No. Es increíble. Tomás pasó de ser víctima a victimario. Lo acusaron de haber empezado el juego cuando en realidad el que inventó ese juego era el hijo de la directora de inglés. Lo que pasa es que él es intocable. A mi hijo le pegaron y encima tuvo que pedir perdón por haber empezado todo. Es inaudito. Los padres dejaron de hablarme, hasta me borraron del Facebook. Pero esto no va a quedar así... Yo les voy a hacer un juicio por falso testimonio y los voy a hacer mierda, aunque sea la última cosa que haga en mi vida. Los voy a reventar.